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Pisco: Vida después de la muerte

En medio de la tristeza y debajo de los escombros la vida vuelve a nacer en Pisco.En las últimas horas, cinco bebes son los nuevos habitantes del pueblo más afectado por el terremoto. (Acabo de sentir una réplica muy fuerte: 3:13 p.m) Apenas abran sus pequeños ojos, lo que verán será una realidad muy distinta a lo que fue su ciudad mientras ellos descansaban en el vientre materno. Ahora, en el mundo exterior, son testigos y víctimas de una de las más grandes tragedias ocurridas en el Perú. Además, un bebe de 10 meses de nacido fue rescatado de entre las ruinas de la Iglesia San Clemente. Un día antes, el sacerdote José Torres fue encontrado vivo en la misma Iglesia.
Una carpa se disfrazó de hospital y un bebe de esperanza
Jesús nació la noche del viernes en la plaza central de Pisco. Por un momento, la tragedia pareció escabullirse ante la alegría y aplausos que recibían al nuevo pisqueño. El bebe de 3,5 kg. de
peso, ignora la destrucción, muerte y desolación que impera en su ciudad. E ignora también que, luego de tantas muertes, su nacimiento reconforta corazones y desvanece penas al menos por un instante. “Ahora todo empieza de nuevo para mí. Mi hijo me dará las fuerzas para seguir adelante. Estoy muy contento porque ahora tengo una nueva vida y alguien por quien luchar” declaró el emocionado padre, cuya vivienda fue derrumbada por el terremoto.“Estaba en mi cuarto cuando ocurrió la tragedia. Lo primero que hice fue coger a mi esposa y llevarla a un sitio seguro. No pensamos nunca lo que después iba a ocurrir”

Vida entre los escombros
Se han encontrado 70 cadáveres bajo los restos de la Iglesia San Clemente en Pisco. En el momento que ocurrió el terremoto, aproximadamente 300 fieles se encontraban presentes en la misa de difunto que oficiaba el sacerdote José Torres Motta. La mayoría de personas presentes eran familiares del difunto, quienes casi en su totalidad fueron enterradas vivas por la caída de los muros y cúpula de la Iglesia. Los cuerpos sin vida que han sido encontrados fueron enterrados juntos en una fosa común. Luego de 48 horas de sucedido el terremoto, el sacerdote Torres de 39 años de edad fue encontrado con múltiples facturas y con vida. En declaraciones a Telefe de Argentina, el sacerdote en silla de ruedas declaró entre lágrimas que "ahora nos queda rezar a nuestros muertos" e instó a la solidaridad del pueblo peruano y naciones vecinas.
Su rescate no ha sido el único que ha sorprendido. Un bebe de tan solo 10 meses de nacido resistió 36 horas debajo de los escombros. "Pensé que estaba muerto, lo levanté con cuidado y noté que su corazón latía. Lo limpié y ahí empezó a estornudar y lloró" manifestó Rómulo Palomino, poblador de la localidad vecina de Paracas, quien se unió a las labores de rescate luego de enterarse que parte de su familia se encontraba en la misa.

P.D: La réplica ha sido de 5,7 grados en la escala de Ritcher, según las últimas informaciones.

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