sábado

Frías noches de invierno

El vientecillo del invierno me susurró que traía una bolsa gris cargada de tristeza. La lanzó al cielo y de el llovió nostalgia y melancolía. La bruma se encargó de confundir los rostros entre su espesura. Luego, me advirtió que visitaría mi habitación. Se colaría por los rincones más escondidos, penetraría por las rendijas más pequeñas. La anexaría a su imperio gris y nebuloso.


Solo el calor de una mirada podría hacerle frente. Me apresuré a recortar gestos, pegar situaciones y vestir las paredes de amarillo. Desde allí, un par de niños observaron al invierno instalarse en la cama, se abrigaba con la soledad y jugueteaba con los restos de la confusión regados en la almohada. Casi dormido el invierno soltó un suspiro. Un viento gélido impulsado por sus labios inundo el ambiente. Y el gris impuso su ley.

Las miradas cesaron. Los cientos de ojos se cerraron y soñaron lo que dictaba el rey invierno. De mis dedos un cigarrillo colgaba esperanzado en su calor. El humo giraba sobre si mismo volando cada vez más alto, y de mi interior expulsaba el humo cargado de pensamientos y reflexiones. El invierno se alimentó de mi melancolía y fumó mis nostalgias. El cigarrillo había perdido la batalla. Murió de una profunda bocanada. Triste y apagado fue a parar a un rincón gris de la habitación.

Sembré más miradas a su alrededor. Ninguna llegó a germinar. Y en su lugar un par de hoyuelos negros sirvieron de morada a la melancolía. La noche saludaba desde la ventana. La vi negociar con el invierno, los escuché planeando la llegada de la oscuridad antes de su tiempo. El tiempo siempre presente, acordó ser más lento en sus pasos desde la llegada de la noche. El invierno, la noche y el tiempo me obligaron a acurrucarme entre sus brazos, su inmensidad, sus pechos.

Amanecí rodeado por mil ojos, todos despiertos ya. Sonñolientos me miraron y los miré. Un haz de luz se filtraba entre las persianas. Un día nuevo nació de los escombros de la noche anterior. Lo que ayer fue negro, hoy es blanco. Lo que mañana es blanco será negro. Los matices son nuestros. Todo nace, todo muere. Renace y vuelve a morir

No hay comentarios.: