martes

Jorge Drexler: Fusión

Para los que no conocen la música de Drexler, aquí les va una muestra...

lunes

Drexler: Pregunta y respuesta

Jorge Drexler es un músico uruguayo de 41 años y con nueve discos a cuestas. Todos de excelente factura, muy logrados y con un aire melancólico y nostálgico. Sus canciones son la combinación perfecta entre melodía y letra. Melodías con base en la milonga y la música popular uruguaya, mezclandola con ritmos brasileros, la electrónica y demás influencias. Sus letras son reflexivas, serenas y alegres, perfectas para escucharlas bajo la lluvia y con un cigarrillo entre los dedos. Drexler es un trovador moderno que deposita un poco de sí mismo en cada canción. Canta como quien vierte un secreto, casi susurrando. Las siguientes son extractos de entrevistas en diversos diarios españoles. Acerquemonos más al pensamiento de este médico uruguayo, que decidió dejar de lado su carrera para vivir de lo que realmente le gusta: la música.

¿Cómo empezaste en esto de la música y dónde te gustaría llegar?
Empecé a los cinco años estudiando piano y luego a los diez años, guitarra. A los 30, empecé a trabajar con ordenadores. La verdad es que no estoy tratando de llegar a ningún lado, sino de sentirme cómodo en donde estoy.

¿Qué surge antes, la música, la letra o son cosas que salen juntas en el momento adecuado con cierta magia? ¿Cómo es en tu caso?
Lo que más me gusta es que salgan las dos a la vez. Por lo general un poquito antes la música. Si alguna se tiene que anticipar, como te decía antes, es la música la que empieza antes. Solamente, en el disco "Eco" en dos canciones, una que se llama "Guitarra y voz" y la otra que se llama "La milonga del moro judío", tuve la letra escrita antes que la música. Pero el resto de las canciones que escribí en mi vida, prácticamente siempre ha sido la música primero.

Me enteré que le gusta el vallenato, especialmente el vallenato clásico de figuras como Alejo Durán. ¿Es así? ¿y si es así por qué te gusta?
Sí, me encanta el vallenato y no es casual. Mi abuelo, desde que mi abuela murió, se volvió a casar en Colombia con una colombiana en Manizales y tengo familiares en Manizales. Y cada vez que venía de visita a Montevideo, me traía un disco nuevo de vallenatos de Alejandro Durán o del Binomio de Oro y cada vez que caía con eso para mí, era como un tesoro. Es una música que me encanta.

¿Qué influencia tiene la murga en tus composiciones?
Para los que no sean uruguayos, quiero explicar que la murga es un género musical uruguayo. Es un género de carnaval. Es una maravillosa mezcla de coros con percusión y con temática muchas veces de crítica social, con sentido del humor y picardía. Probablemente venga de Cádiz, una región del sur de España. En el disco "Sea" hay dos canciones que tienen la presencia de los coros de murga. Una de ellas es la canción "Sea" que le da nombre al disco y la otra es "Un país con el nombre de un río". A final aparece la murga como un símbolo sonoro de mi ciudad, de Montevideo. La murga Contrafarsa, que es mi murga favorita de Montevideo.
Las letras de tus canciones no suelen ser simples, ¿Qué tienes que decir a eso?
No creas. Por lo general, uso palabras bastante sencillas. Odio decir cosas simples con palabras complejas; prefiero decir cosas complejas con palabras simples

Precisamente. No te limitas a repetir frases
No tengo nada contra la repetición. Es más, me encanta. El problema viene cuando ésta es torpe y tonta, como un relleno comercial, un enlatado o un ‘jingle’. Me gustan compositores complejos, como Chico Buarque, pero también las canciones de José Alfredo, que son muy sencillas y muy directas.

Cuando tocas en directo consigues que el público se detenga a escuchar tus letras. ¿Eso te pasa con frecuencia?
Por suerte, sí. Aunque, al principio, viví momentos muy duros cuando tocaba en lugares donde la gente no me escuchaba. Me acuerdo que cantaba bossa nova en un lugar donde se hacían despedidas de soltero y la gente me arrojaba condones. Ahí estaba yo, interpretando canciones de Joao Gilberto, imagínate. Incluso alguna vez me tuve que bajar del escenario.

¿Hasta ese punto llegaste?
Sí, dos veces me pasó, pero eso fue antes de venir a España. Después me prometí a mí mismo que no me volvería a bajar de un escenario, pasara lo que pasara.

Ser un trovador moderno tiene sus riesgos…
Sí, y la seguridad te la dan los años y el reconocimiento. Dependemos mucho de la opinión de los demás y, aunque sea injusto, si la gente lee en el periódico que estás nominado a un premio te presta más atención.

¿La nostalgia es alimento creativo?
Sí, pero engorda. Y hay que usarla en dosis para no intoxicarse.

¿Cuál es la mejor canción de la historia?
"Haití" de Caetano Veloso y Gilberto Gil.

Dime tus favoritas: una pelicula,una serie,una actriz,un actor,un director, una ciudad, un barrio de Madrid,un pintor, un libro, un escritor,un/a musico/a, un disco...
Una película: My name is Joe de Ken Loach.Una serie: no tengo tele de antena.Un actor: Kevin Spacey.Una ciudad: Amsterdam.Un barrio de Madrid: Malasaña.Un pintor: Joaquín Torres Garcia.Un director: Ken Loach.Un libro: Sefarad de Muñoz Molina.Un músico: Björk.Un disco: "Guitarra negra" de Alfredo Zitarrosa.

¿Un paraíso encontrado?
La mesa donde escribo las canciones

¿Siempre escribes sobre lo que te sucede?
Me nutro de lo que vivo, no de lo que me sucede. 'Es muy fácil escribir lo que se vive pero es más complicado vivir lo que se escribe'. Se lo escuché a alguien.


domingo

Fujimori se quedó sin curul: ¿y ahora que vas a hacer chino?

Cada vez que el prófugo construye e idea algún plan con el cual recuperar el poder perdido -o al menos parte del el- recibe una bofetada que lo devuelve a la realidad. La última vez que tuvo suerte fue el año 2000. Brunei fue la ciudad elegida como sede de la cumbre de la APEC aquel año, Fujimori la escogió como escala a su Japón natal. Luego renunciaría vía fax, buscaría compañía femenina y relanzaría su campaña. Verguenza es una palabra desconocida para el ex-dictador, al igual que derechos humanos y libertad de prensa.
Los fujimoristas vivieron agazapados durante los primeros años del nuevo siglo mientras Fujimori tramaba su plan de acción junto a su millonaria novia Satomi Kataoka. El año 2006 los fujimoristas volvieron recargados. Juraron que el prófugo se presentaría a las elecciones presidenciales. Obviamente no lo hizo. Meses después apareció en Chile y recién bajadito del avión lo apresaron.

Hoy su último sueño se hizo humo. No logró hacerse de una curul en el Senado japonés, y con ello la impunidad a la que añoraba acogerse se le escapó de las manos. Resulta curioso como este japonés intenta ocupar cargos públicos en países en los cuales no radica. Tras esta derrota, solo le queda esperar el fallo de la segunda instancia del poder judicial chileno. Mientras esto pase, seguirá tramando su próximo plan. Seguramente tan desconcertate como a los que nos tiene acostumbrados.

lunes

Viviendo en el Olvido

Kathy, Pedro y la Sra. Delfina viven con la sonrisa en los labios y el alma agotada. Los tres sobreviven de la venta de golosinas en el centro de la ciudad de Lima. Cualquiera de nosotros no podría siquiera fingir una sonrisa luego de una jornada como la de ellos. Los niños trabajan apenas salen de su escuela, para luego, despues de muchas horas de caminata y negativas regresar a su casa solo para dormir. Descanzar para trabajar, no tanto para estudiar. La Sra. Delfina tiene 67 años a cuestas, y a pesar de su ceguera no pierde el animo para abrir los ojos un día más, y levantarse en la oscuridad de su mundo para vender sus caramelos en una esquina, fría e indiferente como la gente que camina a su alrededor.
Este reportaje se hizo en Junio del 2007, como parte del curso de Periodismo de Televisión Avanzado. El equipo que se encargó de la realización del reportaje fue: Clara Gultom, Ladith Barzola y Víctor Arias. Las imágenes como se darán cuenta son pésimas, debido a la iluminación de la cámara y en parte a la inexperiencia del improvisado camarógrafo. Las tomas, investigación y edición se hicieron en 2 semanas.

jueves

Constelación

Una gota de silencio ronda tus labios rojos.
Dos estrellas me iluminan desde ti y no necesitan ser más para formar una constelación. Tres caricias se deslizan por mi rostro y dejan a su paso la tibieza de tu ser.
Cuatro paredes impregnadas de risas, sudor y llanto.
Cinco letras para nombrarte y más de mil que ya te he escrito.
Te he escrito no con las manos ni los dedos, te he escrito con pálpitos. Un ¡pum! por cada mirada y taquicardia por un beso.
Empecé a escribirte desde un profundo abismo. Luego, tus besos se hicieron escalones. Y antes de decir “amor” me tenían ya en lo alto. Desde donde cuidaba que ninguna nube te ocultara de mi vista.
Te he nombrado en calles, camas, sueños. Te he nombrado en la lejanía de mi mente obnubilada por naturaleza. Y te he nombrado en la premura de sentirte cerca.
Me impregnaste del aroma de tu cuerpo y la ternura de una mirada. Hoy, si no huelo a ti no huelo a nada.
Deslizarme por un recuerdo nuestro es un placer que me reservo en las madrugadas. Me arropan, me entibian en estas noches tan frías, tan calmadas.
Al son de tus pasos me acostumbré a vivir. Al sube y baja de emociones, niñerías y canciones que nacieron en mi y vivieron en ti.
Al silencio que se forma cuando tus ojos me dicen
bajito y al oído todo lo que siempre quise oír.

domingo

Si algún día tú te vas

Si algún día tú te vas, nunca podré distinguir entre el desierto entre y el mar, si te vas… yo voy por ti. No sé que haré si te vas, viviría en el ayer, le hablaría a tu sombra, sólo le podría temer a vivir sin tu mirar y a mirar sin verte aquí, sin tenerte entre mis bazos nunca más sabré reír. Ya no lo quiero pensar, ni me quiero imaginar, lo que sería de mi, sería un desastre un total.