lunes

De cómo tu enamorada elimina a la competencia y tú te chupas el dedo mientras lo hace

Tengo que reconocer que las mujeres son más inteligentes para las relaciones. No solo se preocupan por el presente, sino que también cubren el futuro y se aseguran que su hombre no posará sus ojos en la amiga, vecina o conocida.

Soy lento para entender algunas cosas de amor. Usualmente me doy cuenta en retrospectiva. Tal como me he dado cuenta hace unas semanas que mediante un astuto juego mental una ex convirtió a las posibles candidatas a heredera del trono de Martin, en chancays de a veinte. En chicas totalmente descartadas. En harapos cuando en algún momento proyecté ciertas posibilidades. Y uno entre conversación y conversación va tentando el camino y preparándolo para después. Nunca se sabe. Lo mejor es siempre tener un respaldo por si la cosa se pone fea, o sea termina. Y lo haces para no pasar tus noches en Cholotube, chateando con desconocidas que seguramente pesan 20 kilos más que tú o escribiendo cosas como esta.

Lo que hacen este tipo de mujeres de frente muy alta, lengua muy larga y falda muy corta -como describe perfectamente Sabina- es, como les adelantaba, anular completamente a la competencia mediante una estrategia insana de desprestigio.

No he hecho la lista de a cuántas pudo haber sacado de mi radar, pero el procedimiento es siempre el mismo:

-Identificar la potencial amenaza. Lo de potencial es muy importante. Cuanto más grande sea ese "potencial" más grande la amenaza.
-Estudiarla concienzudamente. A fondo. A detalle.
-Encontrar posibles defecto. Si no existe, los inventa.
-Deslizar un comentario sin ninguna aparente mala intención. Con eso logra que te enfoques en ese pequeñísimo defecto.
-Con el pasar de los días, ella se encarga de que ese pequeño defecto se convierta en la razón por la que no te animarías a intentar algo con ella en algún momento. Es decir, ese granito adolescente tierno e inocente, se convierte en el chupo amarillo a punto de reventar que no quieres ver en tu vida.

Lo mejor -o peor- de todo es que logran hacen esto sin que te des cuenta, misma pepera en discoteca. A las semanas tú mismo eres el que le dice -Puta madre, esa webona ha engordado un montón. -Ese diente falso se le nota de lejos. Ó -Cuando se tire otro pedo como el que el otro día me contaste me avisas.

Aún estás a tiempo. Identificalas. Que no te metan la yuca.


No hay comentarios.: