domingo

Solidaridad

Hace unos meses, la Sra. Delfina vendía sus caramelos en la intersección del Jirón de la Unión y Huancavelica en el Centro de Lima. Hace unos meses pasé por allí y no estaba, luego recordé que me dijo que trabajaba a partir de las 5 de la tarde, después de ir al Centro de Rehabilitación para Ciegos de Lima. Pero hace unos días volví a pasar y eran ya las 6 p.m. Aquella esquina estaba triste y vacía, sin Delfinas sin golosinas, sin esas seis décadas que se apostaban en la pared y que daba su mejor cara a los peores tiempos. Nos contó alguna vez de sus amores, ilusiones, proyectos y las "reuniones sociales" a las que iba con sus hermanas a sacudir los pies. Pasé también por aquel inmenso caserón verde del Jirón Callao que le servía de refugio y, lucía más viejo que nunca, debió ser porque la Sra. Delfina tampoco estaba allí, y aquel verde perdió toda esperanza. Tal vez el terremoto obligó a la reubicación de sus habitantes, no lo sé. De los poquitos que pierden el tiempo leyendo este blog, alguno pasará por las calles que mencioné y sé que la mayoría tendrá el buen corazón de hablar con ella y comprarle algo. Ela es toda una lección de vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

che,me gusta tu blog, voy a visitarte seguido, fui a ver a drexler, a martin buscaglia, el martes sabina serrat, y el viernes que viene Aristimuño.
Al algo nos parecemos.:)

Me gustaría comprarle golosinas a Delfina, pero estoy un poco lejos, ojalá un día la encuentre.

Beso

Unknown dijo...

dar la malo.. es bueno.. hacer lo que tu has hehco.. en un medio abierto es aun mejor..