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Occollo-Azabrám: Identidad en Extinción


Las sectas religiosas han encontrado en el miedo, la fe y la esperanza, campo de cultivo para sus “operaciones espirituales”. La Iglesia de la Cienciología en los Estados Unidos, la Iglesia Universal del Reino de Dios en Latinoamérica y tantas otras existentes en el mundo, se han convertido en grandes negocios amparados en la exoneración de los impuestos a las organizaciones religiosas. Sus fieles alzan oraciones a algún dios en busca de la paz o la felicidad, y los pastores le agradecen que exista gente que se trague tamaño cuento.

Por otro lado, la labor evangélica de la Iglesia Católica desde el descubrimiento de América hasta nuestros días ha modificado la concepción del mundo y cosmovisión de nuestras poblaciones. Esto generó el sincretismo de las religiones locales y la católica. Los pueblos tomaron aspectos de su antigua religión y lo plasmaron en la nueva. En Cuba, Ochún –orixá de la santería cubana- está reflejada en la Santísima Virgen de la Caridad. Y en el interior de nuestro país, podemos apreciar ejemplos de este sincretismo en las pinturas de la escuela cuzqueña. Soles, lunas y demás elementos de la religión inca fueron pintados como adornos de Jesucristo crucificado o en retratos de vírgenes y santos. Lo que consiguieron fue conservar elementos indígenas bajo apariencia cristiana.

Estos dos factores: sectas religiosas y modificación de la cultura original, son enlazados y estudiados por la periodista san Marquina María Conahuija. Su tesis, titulada: “Comunicación, secta y sociedad: Caso de la Comunidad Ayacuchana de Ocollo-Azabrán”, postula la hipótesis de la influencia de una secta evangélica local y la modificación de sus costumbres por acción de esta.

La pequeña comunidad de Occollo-Azabrán está formada por un total de 426 habitantes aproximadamente. Se ubica en la Provincia de Huamanga, departamento de Ayacucho, entre los 3700 y 4800 m.s.n.m. Sus habitantes hablan en dialecto Ayacucho- chanca, y solo algunos conocen el idioma castellano. Su modo de subsistencia se da a través de la ganadería y, a pesar de ser una comunidad aislada de las grandes urbes, mantiene relaciones comerciales con las comunidades vecinas. Además, sus hijos suelen estudiar en las escuelas y universidades de la ciudad.

La comunicación interpersonal es la principal vía de interrelación entre los habitantes de la comunidad. Los vocales de la junta comunal se dedican a visitar casa por casa con el fin de informar a los pobladores sobre las disposiciones o acuerdos que se tomen en las reuniones. La otra forma de comunicación dada en la comunidad es “el encargo”. Este tipo de comunicación indirecta consiste en llevar un recado a determinada persona, para que esta se lo transmita a una tercera. “El encargo”, se justifica por la distancia que existe entre las viviendas. Los pobladores también mantienen comunicación con las comunidades vecinas, con el objetivo de establecer vínculos comerciales. Allí se forjan relaciones de compadrazgo y se genera el intercambio de productos. Y por último, está la comunicación que sostienen con actores externos o personas ajenas a su comunidad o a las vecinas. Esta suele ser muy pobre, tanto por el idioma como por la escaza identificación con la cultura de aquellos. Y el único medio masivo de comunicación que poseen, es la radio.

La comunicación es un factor clave para la propagación de ideas y conceptos. Así lo entendió la secta que desde finales de los años setenta, se encarga de evangelizar a los pobladores de Occollo-Azabrán. Su influencia ha logrado captar al 80% de la población total de la comunidad. Y la gran gestora de este hecho es la radio.

En Occollo-Azabrán, solo existen dos emisoras radiales: Radio Huanta 2000 -que transmite música folklórica la mayor parte del día-, y Radio Amauta. De corte netamente religioso, Radio Amauta posee una influencia enorme en la población, dado que la radio es el único medio masivo de comunicación. La mayoría de los hogares de la comunidad cuentan con un aparato de radio, y los comuneros manejan radios portátiles que llevan a todas partes. Radio Amauta, transmite mensajes religiosos con un trasfondo persuasivo y que apela al miedo para conseguir más adeptos. Muchas veces dan a entender que si los pobladores no se convierten a su religión, su ganado puede morir. Y los convencen de abandonar sus antiguas costumbres y ritos. Esta campaña religiosa se ve reforzada con la visita de los pastores, casa por casa, impartiendo la palabra de Dios y convirtiéndolos a su nueva religión.

Tal y como sucedió con las misiones evangelizadoras de la iglesia católica, esta secta obliga a abandonar las costumbres y conceptos religiosos de una comunidad que no encuentra otro apoyo o esperanza espiritual. La influencia de la iglesia católica es casi nula. Solo el 20% de la población la practica. La religión católica, de algún modo permitió la supervivencia de ritos y ceremonias ancestrales. A través del tiempo, el sincretismo preservó la identidad y principios religiosos de las comunidades indígenas, como podemos apreciar actualmente en la celebración del Inti Raymi. Esta nueva secta, perteneciente a una segunda oleada evangelizadora liderada por las iglesias pentecostales, coarta, restringe y prohíbe la realización de estas antiguas ceremonias. Y no solo eso, sino que acaba con la identidad de un pueblo y una cultura antigua y milenaria.

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