domingo

Lúcido insomne

Escuchar música a esta hora -casi media noche- resulta peligrosísimo en estos días en los que el pucho está guardado bajo siete llaves y varios trucos mentales para no ponerlo entre mis labios. No creo que sea una lucha tan ardua como aquella de los fumadores compulsivos, pero sí jode luego de varios meses con el cuarto y las madrugadas ahumadas, y con la costumbre viviendo al borde de los labios y entre el indice y el dedo medio, o dedo del corazón como me enseñaron en el kinder-intuyo que tuve un profe cabrísimo. Con la costumbre alojada allí, trato de entretenerla con el movimiento de mis dedos sobre el teclado, que dicho sea de paso no está de acuerdo con lo escrito hasta el momento porque minutos antes de empezar, cuando la página no se llenaba de vanalidades en negrita, había un acuerdo entre cerebro-dedos-teclado por escribir sobre otro tema. Pero no, el indice y el medio han logrado convencer a sus compañeros dedos que escriban sobre el pucho y tal vez no sé quizás, intentar retomar el vicio que me acompaña(ba) en las noches como estas y como todas. Y hacer la caminata desde mi casa hacia alguna licorería de la zona, comprar los puchos y llevarlos del teclado a la boca y de la boca al teclado, luego al cenicero y una vez más a la boca.

Como dije, el tema era otro, y para los cuatro gatos que usualmente comentan -ok, son tres gatos- ya saben que usualmente comienzo así, escribiendo sobre algo y terminando en otro punto. La falta de disciplina al escribir es notoria. Estas líneas de este segundo párrafo pretenden ser punto y puente de unión entre mi clásico y renuente divagar y algo más concreto, el tema de fondo que siempre culmina corto y presuroso, cual eyaculador precoz.

Conocido y aplicado es aquello de que los niños y los borrachos dicen la verdad, por eso procuro mentir siempre, y tengo otro dicho que no sé si es propio o me lo he apropiado pero que tiene que ver con los caminos del alcohol y los caminos y el alcohol. Aquello de que cuando estoy con algunos tragos encima o yo encima de los tragos, me convierto inmune al encuentro con robertos, ratones o rateros. De ahí creo, mi valentía por caminar ebrio por calles y avenidas al encuentro de la nada, del silencio, de la quietud de la madrugada, con las manos en los bolsillos y esperando las gotas de garúa mirando al cielo. Y es que nunca me ha pasado nada, si he visto algún personaje extraño lo he detectado a tiempo con mis antenitas de vinil y he safado por algún pasaje, cruzado la pista o de no haber otro camino, regresado sobre mis pasos al encuentro del sospechoso. En el último caso, he pasado junto a él botando el humo del cigarro, frunciendo más el seño y soltando un escupitajo para parecer más malo. Recuerdo haber caminado desde Javier Prado con Rosa Toro hasta Pershing de madrugada, recuerdo haber caminado desde el Ovalo Gutierrez hasta Javier Prado con Las Flores y así, caminatas y caminatas, ninguna con saldo negativo y que espero se mantenga así. Y lo será mientras siga con aquellas rutas sanas.

Caminando la madrugada del sábado fue que compré un diario a las 5:30 a.m y caminando de madrugada se han hecho presente los más momentos más lúcidos de mi existencia. Si pudiera tomar todas mis decisiones durante aquellos pocos y escurridos momento de lucidez, otra sería mi historia.

3 comentarios:

soleil dijo...

me gusta leer tu diario publicado, es mas parece la mente la que se abre y escribe, inclusive sin consultarte!

esas caminatas sin saber a donde son las que mas extraño en dias nublados.

Saruki dijo...

Aaaawwww!
Yo tambien trato (a veces) de dejar el pucho, pero no puedo. Es algo que mis dedos sudan y mis corren por ir a la búsqueda de uno.
Qué será que en las noches nos dá por el café y los cigarros?

Y al final... ése día fumaste?? o fueron más inteligentes tus dedos sobre el teclado y no hubo pucho alguno?

Igual peligroso andar caminando a altas horas de la noche.. gracias a Dios no te ha pasado nada chico! :D


Sabes, ultimamente he pasado harto tiempo sola.. y de vez en cuando se me vienen esos pensamientos tuyos a la cabeza.. como que uno mira hacia hacia atrás... pero bueh.. ya es tarde en algunas cosas.
Aun estás a tiempo de remediar algo o no?


Que estís bien loquillo!

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Acepto tu invitacióna bailar... pero yo cacho que tambien me pongo a beber un poco.. jajajaja :D

Acuarius dijo...

Chico, yo ayer fume mi primer cigarro...

Ahorita, dejame comercializar un poco mi nuevo blog ue por ahora es un poco misio, bueno.. deje te-doy-mi-palabra y me mude a
www.casa-america.com

Saludos, Acuarius